Programación de calidad: ¿ausente o presente?
Ahora bien, si nos ponemos a comparar la programación, los
canales locales no transmiten muchos programas hechos en el mismo canal, se
basan solo en noticieros, programas deportivos y quizás uno que otro espacio
contratado de entretenimiento o formación. El resto del día lo único que vemos
son videos musicales o publicidad. En cambio, en los canales que se transmiten
a nivel nacional existe más variedad en la programación. Los televidentes
tienen más opciones, más programas, más diversidad de contenido para poder
elegir qué desean ver y qué no.
Sin embargo, si analizamos la calidad de los programas que éstos
transmiten nos daremos cuenta que la mayoría no llenan las expectativas de los
televidentes. Por ejemplo: en el horario familiar, (en el que supuestamente
solo transmiten programas de clasificación “A”), hay programas que no considero
aptos para todos los miembros de una familia.
Y tomo como ejemplo el programa “Vamos con todo”, de RTS
(canal que escogí para realizar la primer pregunta). A título personal, no creo
que dicho programa sea de tan buena calidad, pues considero que lo que ahí se
transmite es más “show” que cualquier otra cosa. Se supone que en sus inicios éste era un
programa de farándula o “prensa rosa”, pero a medida que ha pasado el tiempo ha
ido en decadencia la temática inicial.
Es cierto que a lo mejor transmiten lo que al público le
gustaría ver, pero ¿Qué pasa si un niño de 10 años observa este tipo de
programas en el que muchas veces (con o sin intención) se denigra a las
personas, se dicen palabras de “grueso calibre”, o por último se observan
imágenes fuertes? No olvidemos que la televisión es el medio de socialización más
grande y los personajes que allí aparecen son tomados como un ejemplo a seguir
por los más pequeños.
Los medios de comunicación como la televisión son un bien
público y la calidad de los contenidos es un derecho ciudadano. Por lo tanto,
éstos tienen la obligación de elevar su nivel y presentar programas que sean
capaces de entretener a la audiencia sin el riesgo de caer en la vulgaridad.
Entonces, sería factible y necesario que se realice un
estudio exhaustivo de la parrilla de programación y sobre todo de la calidad
del contenido que transmiten los canales, tanto locales como nacionales; pues el
Ecuador es un país con mucho potencial, se puede cambiar para bien y hacer de nuestros
programas y canales de televisión algo de exportación.
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