OPINIÓN
SOBRE LA VIOLENCIA A LA MUJER
Realizado por: Christel Alchundia / Portoviejo
Sin lugar a dudas la violencia a la mujer ha sido y es
uno de los mayores problemas que enfrenta nuestra sociedad en la actualidad.
Unos lo llaman “machismo”, pero ¿qué pasa cuando la violencia no se da por
parte de hombres sino de nuestro mismo género?
Luego de ver el impactante video que ha recorrido el mundo
entero en el que agreden brutalmente a una modelo guayaquileña, y que ha sido
noticia durante toda la semana, solo queda reflexionar sobre qué tan perdida
está la humanidad.
Y no solo por el hecho de referirme a la agresión física que
recibe la modelo por parte de cinco mujeres, sino por los espectadores, quienes
quedaron solo en eso. Es lamentable que habiendo tanta gente en lo primero que
piensen es en grabar un video en vez de socorrer a la víctima.
Es cierto que la violencia genera más violencia, y tras los
comentaios de supuestos testigos que dicen cómo ocurrieron los hechos, no es válido
de ninguna manera justificar aquel acto inhumano.
Los daños físicos pueden ser reparados con cirugías,
tratamientos, maquillaje; pero ¿quién reparará los daños emocionales de aquella
joven?
Por otro lado está la “justicia”. Tras la agresión, dos de
las supuestas autoras fueron detenidas para investigaciones. Pero la pregunta
que surge es: en caso de comprobar su culpabilidad ¿cuánto tiempo de cárcel
recibirán? ¿Dos, tres, cinco meses?
Digo ésto tras conocer la sentencia en el caso de muerte más
sonado del país en el momento: el de la cantante Sharon, que en un comienzo
sería tratado como femicidio, otro tipo de violencia a la mujer. Sin embargo,
su ex conviviente fue sentenciado a tan solo dos años de prisión.
Y es aquí en donde los ciudadanos nos damos cuenta que por
más actos banales que ocurran en nuestro país, no serán tratados de la manera
debida.
Entonces, seguiremos viviendo en una sociedad en la que los hombres
agreden a las mujeres y éstas agachan la cabeza, como se dice vulgarmente. En
donde las peleas entre mujeres pasan de aruños, cachetadas e insultos a
utilizar armas cortopunzantes que acaban por destruir, no solo el rostro, sino
la vida de la mujer que los sufre. Y en los peores casos, viviremos en la
sociedad en la que la mayoría de muertes violentas de mujeres quedan en la
impunidad porque nadie hace nada por defender los derechos de éstas y por hacer
pagar a los culpables.
En todo caso solo queda la justicia divina, y ésta para los
que creen en ella.
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