LOS DATOS ABIERTOS Y LATINOAMÉRICA
Fuente: Wikipedia |
Si bien en los últimos años se ha visto un repunte en el periodismo de datos en países de Europa, este fenómeno en América Latina avanza de forma gradual. Aunque muchos países latinoamericanos han visto la necesidad de hacer periodismo de datos para contar historias relevantes, se encuentran limitantes a la hora de buscar información, bien porque en muchos países no existen portales de datos abiertos, o bien porque existen leyes que regulan el acceso a esta información o que penalizan el uso de ella.
Sin embargo, hay países que destacan en este sentido como Perú con Ojo Público y Convoca, Brasil con A Folha, o Costa Rica con La Nación. Pero sin lugar a dudas, quienes se han consagrado como la mayor referencia de periodismo de datos en América Latina, es Argentina con el portal Voz Data de La Nación; quienes inclusive, han sido galardonados con premios nacionales e internacionales, incluyendo el prestigioso premio Data Journalism Award, el óscar de los que trabajan historias de bases de datos.
Pero, ¿cómo llegó este medio a convertirse en la referencia del periodismo de datos?
En el año 2010, el reportero de política Diego Cabot, del diario argentino La Nación, recibió una filtración de documentos que podían remecer uno de los principales ministerios del primer mandato de Cristina Kirchner. Se trataba de un CD que contenía 26 mil mensajes de correo electrónico del Ministerio de Transporte, donde se dejaba en evidencia el tráfico de influencias, sociedades desperdigadas por el mundo, cuentas bancarias en entidades remotas, resoluciones oficiales hechas a medida, contratos millonarios, o facturas de comisiones durante la dirigencia de Ricardo Jaime.
Esta investigación periodística muestra cómo era el modus operandi de uno de los sectores del gobierno kirchnerista que más millones manejaron, cuentan cómo se hacían los negocios y exhiben con crudeza nombres y apellidos de influyentes empresarios, funcionarios y sindicalistas.
Por dos semanas, cuatro periodistas intentaron manualmente buscar datos relevantes entre millares de documentos, pero el éxito de la búsqueda se logró en 40 minutos, luego de que el gerente de informática del diario, Ricardo Brom, estructurara un sistema de búsqueda para que los periodistas pudieran buscar datos de forma automatizada.
A raíz de eso, mientras los medios de comunicación latinoamericanos reducían costos y despedían periodistas, La Nación decidió invertir en una unidad de periodismo de datos como un camino eficiente para producir contenido diferenciado y de calidad para sus diversas plataformas.
Así nació la plataforma Voz Data, donde se muestran los trabajos con datos que ha hecho La Nación a lo largo de este tiempo.
Entre los proyectos más relevantes de La Nación también se encuentra un reportaje que se hizo con la colaboración civil donde se verificaron 90 mil telegramas en 2015, justo después de las elecciones presidenciales primarias, con la sospecha de que existía fraude.
Después de poder revisar 20 mil documentos y estructurarlos en una base única, el análisis de los datos reveló que 48 % de los telegramas presentaban algún tipo de irregularidad.
Otra de las investigaciones colaborativas que causó gran impacto fue la que denominaron “Dos años de análisis de las escuchas de Nisman”. El trabajo consistió en la verificación de 40 mil audios de grabaciones telefónicas del fiscal federal Alberto Nisman, quien fue encontrado muerto en su casa en el año 2015.
Él investigaba un atentado que dejó 85 muertos en la ciudad de Buenos Aires, considerado el mayor atentado terrorista de América Latina.
A manera de conclusión puedo decir que Voz Data de La Nación es el ejemplo claro de que no se necesita una gran inversión para poder hacer periodismo de datos y contar historias de calidad. Ellos han apostado por proyectos grandes y han demostrado a los demás medios de comunicación la importancia que tiene expandir la cultura del periodismo de datos en las redacciones de los periódicos de América Latina.
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